Las políticas públicas y las campañas individuales reflejan que la revolución ha comenzado. En todo el mundo, los consumidores urgen a las empresas a que pongan más de su parte para detener la marea de plástico, y los están escuchando. Los supermercados se han comprometido a reducir los embalajes de plástico en sus establecimientos, e incluso algunos han inaugurado “lineales sin plástico”. Hay restaurantes, cafeterías y recintos deportivos en los que ya se han eliminado las pajitas y se están empezando a retirar otros plásticos innecesarios. 

Todos podemos formar parte del cambio que queremos ver. Anímate a suscribir el compromiso de #MaresLimpios aquí (enlace a la página del compromiso) y súmate a este emocionante movimiento.

Aquí tienes algunas ideas de lo que podemos hacer para detener la marea tóxica: