Ciudadanos impulsores de cambio

La campaña Mares Limpios también ha movido a actuar a personas de contextos muy diversos. Más de 111.000 personas han suscrito el compromiso con Mares Limpios (enlace a la página del compromiso) para reducir su huella de plástico y muchos utilizan las redes sociales para compartir su experiencia y animar a otras personas a seguir su ejemplo a través de: #CleanSeas #MaresLimpios #BeatPlasticPollution.

Desde consumidores que rechazan comprar en los supermercados artículos envueltos en abundantes cantidades de plástico hasta personas influyentes en Internet que dan ejemplo llevando un modo de vida de cero desechos, y desde empresas innovadoras que aplican lo último en tecnología hasta jóvenes que no les van a la zaga; el mundo ha despertado y está poniendo en tela de juicio la cultura despreocupada y consumista que ha contribuido a la adicción al plástico de nuestros días. 

Algunos ciudadanos concienciados han tomado la iniciativa para luchar por unos mares más limpios. Conoce a quienes están dispuestos a detener la marea de plástico:

"El Premio Jóvenes Campeones de la Tierra ha sido determinante para que podamos ampliar nuestra influencia a escala internacional... Cuando recibimos el galardón, éramos una de las pocas organizaciones chinas centradas en la protección de los ecosistemas marinos. En los últimos dos años hemos visto crecer una tendencia: cada vez más gente se preocupa por estos temas debido al reconocimiento que hemos recibido a través del premio y de la campaña #MaresLimpios del PNUMA, instando a los gobiernos y a la sociedad civil a darle más importancia al peligro de la contaminación por plásticos de los mares. Nos llegó en el mejor momento. -- Miao Wang

 

 

En 2018, Miao Wang, buceadora de origen chino, obtuvo el reconocimiento como Joven Campeona de la Tierra del PNUMA por ser la fundadora de Better Blue, una red mundial cuyo objetivo es redefinir la actividad del buceo y hacer que los buceadores y los centros de formación se conviertan en defensores de la conservación de los mares. 

Para ello, Better Blue se apoya en la ciencia ciudadana, la educación pública sobre los ecosistemas marinos, el apoyo al desarrollo de la industria y la protección de las especies en peligro y sus hábitats. También ofrece capacitación a las personas que pertenecen a las comunidades de buceadores y organiza actos para sensibilizar sobre conservación. 

En la actualidad, Better Blue es una de las principales organizaciones no gubernamentales de China dedicadas a la protección de los océanos debido a sus actividades de recaudación de fondos, las iniciativas que realiza en el entorno y su exposición. Abarca 14 comunidades urbanas, 9 cooperativas de buceo y 6 asociaciones universitarias. Ha colaborado con maratones y ha organizado exposiciones y charlas sobre los océanos para llevar el mensaje de la conservación marina a un público amplio de forma presencial. 

Wang afirma que su propósito es contribuir a que las comunidades de buceadores colaboren en la búsqueda e implantación de soluciones contra la contaminación de los mares y otras amenazas, como el calentamiento y la acidificación de los océanos.

 

 

"Tenemos que inspirarnos en cómo se acercaban los fenicios a la innovación. La humanidad se ha beneficiado muchísimo de la invención del plástico, que se aplica desde en el sector del transporte hasta en el de la salud. Sin embargo, la contaminación por plásticos se ha convertido en un problema que se nos ha ido de las manos. Hay plásticos innecesarios y de un solo uso por todas partes, y su consumo no cesa. Necesitamos sustitutos innovadores del plástico y la voluntad de las personas, el sector privado y los gobiernos para dar prioridad a la retirada de los plásticos desechables. Atif Butt, Jefe de Campañas del PNUMA.

 

 

En 2019, Philip Beale, aventurero británico aficionado a la historia de los fenicios, zarpó en una réplica de una embarcación de aquella época para navegar desde Túnez hasta los Estados Unidos, sensibilizar sobre la contaminación por plásticos y recoger datos acerca de la magnitud del problema. 

Beale, junto con el productor audiovisual Yuri Sanada y una tripulación de unas 10 personas, inició en septiembre su viaje de más de 9.000 kilómetros a bordo del Phoenicia. La réplica de 20 metros de eslora fue recogiendo microplásticos del océano con una red de arrastre, a medida que completaba su travesía desde Cartago (Túnez), pasando por Cádiz (España), Esauira (Marruecos), Tenerife (islas Canarias, España) y Santo Domingo (República Dominicana) hasta llegar a Fort Lauderdale (Florida) el 4 de febrero de 2020.

En el mundo solo se recicla el 9% de los plásticos que se producen. Esto se debe a que la sociedad en su conjunto no dispone de tecnologías de reciclaje que elaboren productos de la misma calidad que el plástico original a partir de los desechos plásticos. Mi proyecto es una empresa emergente de impacto social, enfocada a desarrollar y expandir una nueva tecnología con la que reciclar plásticos “irreciclables”. -- Miranda Wang

 

 

Miranda Wang es una bióloga, ingeniera y pionera joven canadiense que ganó el premio Jóvenes Campeones de la Tierra en 2018por su trabajo en el desarrollo de una nueva técnica para reciclar el plástico. En 2017, inventó, junto a su socia Jeanny Jao, un novedoso proceso de reciclaje químico, y desde entonces es cofundadora de BioCellection Inc., que se dedica a expandir el proceso en colaboración con los gobiernos municipales, las empresas de gestión de desechos y los fabricantes de materiales. 

La tecnología que ha desarrollado BioCellection, con sede en California, consiste en quebrar los enlaces moleculares del plástico y convertirlo en sustancias químicas que son aptas para producir nuevos materiales sostenibles. Su propósito es reducir la cantidad de plástico que termina en los océanos y vertederos del planeta. Wang es la Directora General de BioCellection.

La empresa ya ha finalizado dos tercios de un programa piloto para hacer una prueba a escala de la tecnología en colaboración con la ciudad de San José (California), y ha realizado otras pruebas con otros asociados, como Google.

 

"A pesar de todos los obstáculos, esta carrera me ha enseñado mucho sobre la industria del plástico en este país y sobre la falta de conciencia, educación y acción en lo que respecta a los plásticos. - Sam Bencheghib

 

 

En julio de 2019, Sam Bencheghib, se embarcó, con 22 años, en una épica carrera de casi 5.000 kilómetros desde Nueva York hasta Los Ángeles para concienciar sobre la contaminación de los océanos y apoyar la campaña Mares Limpios.

En su carrera de océano a océano, Ocean2Ocean, atravesó 13 estados y recorrió una media de 32 kilómetros al día durante los seis meses que tardó en completarla. Cuando la terminó, en febrero de 2020, se lanzó al océano Pacífico. 

Bencheghib, que se crio en Bali y fundó con sus hermanos una organización de defensa del medio ambiente dirigida por jóvenes que se dedicaba a limpiar las costas, quería poner de relieve la responsabilidad que tiene la juventud estadounidense para reducir su huella de plástico y moverlos a la acción. 

Su organización se llama Make a Change World.

Bencheghib llevaba zapatillas hechas con desechos plásticos reciclados y a lo largo de su recorrido solo compró productos con embalajes de cero desechos. También fue recogiendo residuos plásticos mientras corría para tirarlos donde encontrase un punto de reciclaje. En su ruta fue visitando universidades, escuelas, plantas de reciclaje y entrevistándose con activistas medioambientales y representantes gubernamentales. Llevó su mensaje a más de 9.000 personas.

"El plástico es algo muy tangible. Es visible; lo utilizamos a diario, lo vemos y somos testigos de la enormidad del daño que causa en el medio ambiente. No se puede negar. Y la forma de evitar toda esa destrucción cada vez está más clara. No es fácil, pero sabemos lo que hay que hacer. O bien prohibimos su uso cuando no es imprescindible o lo sustituimos por materiales compostables. Que la solución esté tan clara me da esperanzas y, como mínimo, una idea muy precisa sobre lo que hay que perseguir. -- Tiza Mafira.

 

 

 

Durante años, la abogada Tiza Mafira ha encabezado varios movimientos por la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso en su Indonesia natal, el segundo país más contaminante de los mares por desechos plásticos después de China.

Mafira dirige el movimiento Indonesia Plastic Bag Diet Movement, que en 2015 lanzó una petición solicitando a los comerciantes que no entregaran bolsas de plástico a los clientes de forma gratuita. El año siguiente se puso en marcha una iniciativa piloto en todo el país para cobrar las bolsas de plástico. En seis meses se había reducido su uso en un 55%. Varias provincias empezaron a preparar sus propias normativas y dos ciudades ya han prohibido la distribución de bolsas de plástico en los comercios modernos.

Desde entonces, se han hecho más avances. En enero de 2020, las autoridades de Yakarta, la capital, afirmaron que iban a prohibir el uso de bolsas de plástico en los mercados callejeros y los centros comerciales a partir de mediados de año. La nueva normativa obliga a los establecimientos a entregar bolsas respetuosas con el medio ambiente y las sanciones por incumplimiento pueden ir desde advertencias por escrito hasta multas que oscilan entre los 360 y los 1.800 dólares estadounidenses, o, en última instancia, la suspensión o rescisión del permiso de actividad.

Mafira también promueve la creación de ciudades de cero desechos, es decir, que toda la basura se biodegrade en la naturaleza o forme parte de una economía circular, en la que se convierta en materia prima de nuevos productos.

 

"Lo que tenemos que prohibir es lo que albergamos en nuestra mente y nuestro corazón: la empatía hacia los plásticos, nuestra desconexión con la naturaleza y con el océano. Hay miles de leyes, políticas y normativas que regulan el uso correcto y el uso indebido del plástico, pero lo que tenemos que preguntarnos es si esas leyes y políticas van a cambiar la actitud de la gente. - Afroz Shah

 

 

Afroz Shah, abogado de origen indio, se convirtió en el rostro de la mayor campaña de limpieza de una playa en todo el mundo cuando en 2015 decidió que había que hacer algo con las montañas de desechos plásticos que inundaban la playa de Versova, en Mumbai. 

Se acababa de mudar a un piso con vistas a la costa y le horrorizó ver el litoral convertido en un vertedero. Empezó a recoger la basura con la ayuda de un vecino, pero pronto su misión personal atrajo a decenas de voluntarios, que se unían a Shah los fines de semana en lo que él denominó sus “citas con el océano”. 

Shah y los voluntarios recogieron millones de kilos de desechos y los meses de trabajo agotador dieron sus frutos: en marzo de 2018, los voluntarios vieron unas 80 crías de tortuga marina golfina en dirección al mar. Esta especie, clasificada como vulnerable, llevaba décadas sin aparecer en esa playa. 

A lo largo de estos años, a Shah, que recibió un premio Campeones de la Tierra del PNUMA en 2016, le han ido a ayudar en su tarea desde vecinos de barrios marginales hasta estrellas de Bollywood, diplomáticos extranjeros y políticos. Hasta la fecha, él y sus voluntarios han limpiado varias playas y manglares y visitan escuelas para explicar a los niños lo que hacen. Shah también trabaja con los 50.000 habitantes de dos asentamientos cercanos a la playa (lo que él llama “zonas de conflicto entre el ser humano y el océano”) para instruirlos sobre los destructivos efectos que provocan los desechos plásticos y conseguir que esas comunidades abracen la filosofía de cero desechos.

"Es como si hubiéramos sacado todos los peces del océano y los hubiéramos cambiado por plásticos. Necesitamos hacer dos cosas cuanto antes: eliminar los plásticos de un solo uso que podamos sustituir fácilmente y erradicar la sobrepesca. Si no lo hacemos, nuestros hijos y nietos no van a tener un futuro sostenible y vamos a ver cómo desaparece la asombrosa biodiversidad de nuestros océanos, que es lo que está ocurriendo ahora mismo. - Lewis Pugh.

 

 

 

Lewis Pugh, nadador de resistencia y Embajador de los Océanos del PNUMA, ha arriesgado su vida una y otra vez para concienciar sobre la necesidad de proteger nuestros mares. Es la primera persona que ha realizado travesías a nado de larga distancia en cada uno de los océanos del planeta y también ha atravesado un lago glacial en el Monte Everest para llamar la atención sobre el derretimiento de los glaciares.

En agosto de 2018, Pugh completó otra hazaña cruzando a nado el Canal de la Mancha para sensibilizar sobre la necesidad de tomar medidas para proteger mejor nuestros océanos ante amenazas como la contaminación por plásticos, la sobrepesca y el cambio climático. Ha sido la primera persona en realizar esa travesía equipado únicamente con un bañador, unas gafas de buceo y un gorro de natación. Su objetivo con esta monumental empresa era llegar a las costas de su país con el mensaje de que los gobiernos deben comprometerse a proteger al menos el 30% de los océanos del mundo para 2030.

En enero de 2020, Pugh nadó un kilómetro bajo una capa de hielo, en un río fruto del proceso de deshielo del este de la Antártida (el lugar más frío del planeta), para demostrar el ritmo al que avanza el cambio climático y promover la creación de una red de Áreas Marinas Protegidas en la zona.

 

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